martes, 16 de octubre de 2012

ORIENTACIONES PEDAGOGICAS CUN





Orientaciones pedagógicas y operativas de la metodología de educación a distancia en la CUN
- Guía para el desarrollo docente de los tutores de distancia –
I.                    Naturaleza de la labor docente en distancia

El tutor es un profesional de la docencia que, sin dictar clase, desarrolla un proceso de acompañamiento y orientación a los estudiantes de la metodología a distancia.

A través de encuentros periódicos, el tutor direcciona el proceso de auto-aprendizaje de los estudiantes. Su rol es diferente del profesor del modelo  presencial. Debe orientar el proceso de aprendizaje autónomo del estudiante a través de los materiales didácticos de autoestudio (textos impresos o virtuales) y con base en el análisis de problemas, que constituyen el punto práctico en torno del cual debe validarse el conocimiento teórico (ABP: Aprendizaje Basado en Problemas).

En la CUN, el contenido del plan de estudios de un estudiante de las metodologías presencial, distancia tradicional y distancia virtual es el mismo. Lo que varía es la forma como se realiza la interacción con el docente.

El profesor en la metodología a distancia no llega a “dictar” una serie de contenidos, ni a leer. Debe generar estrategias activas de participación e interacción entre los estudiantes, a través de metodologías como talleres combinados con Phillips 66, mesas redondas, seminarios o debates.

II.                  Organización de la actividad académica
Las asignaturas en esta metodología se organizan en bloques o encuentros de cinco sesiones en igual número de semanas (generalmente los sábados). Cada asignatura se completa en cinco semanas. Es decir, por lo general un estudiante tiene 9 asignaturas inscritas en su carga académica para el semestre, que distribuye en tres bloques con tres asignaturas cada una.

El semestre académico, por calendario, se desarrolla en 16 semanas. El encuentro de la primera semana se toma como una inducción y se dirige a los estudiantes por parte del respectivo coordinador del CUNAD o del programa a distancia, con el fin de: para identificar expectativas, presentar la metodología, las novedades del programa y orientar todas las interrogantes que surjan sobre la operacionalización de la metodología y del semestre.


Estos coordinadores son responsables por la orientación de los procesos derivados de la gestión académica y curricular del programa y aspectos como: homologaciones, pruebas de suficiencia, integración de contenidos, así como de velar por el cumplimiento de los Syllabus de parte de cada profesor, entre otros aspectos.

Los coordinadores de CUNAD apoyan la programación de bloques y los procesos académicos, operativos y financieros derivados de la gestión del estudiante y el docente de distancia, así como el cumplimiento del calendario académico, especialmente en le relacionado con el reporte de calificaciones a Registro y Control.

Las definiciones que trasciendan el ámbito del profesor, del coordinador de programa o del coordinador de CUNAD, serán validadas a través del Coordinador Nacional de Distancia, Dr. Luis Eduardo Cruz.

III.               Material de estudio en distancia
Los profesores y alumnos de la metodología a distancia tradicional podrán tener acceso a los contenidos de las respectivas asignaturas, que están creados para la metodología distancia – virtual, para visualizarlos, pero no tendrán evaluación ni interacción con otros docentes a través de la plataforma; para ello  están los encuentros presenciales.

La Coordinación Nacional de Distancia le informará sobre la manera como deberá acceder a la plataforma.

En los diferentes CUNAD existe, en la oficina de la Coordinación, una biblioteca con los textos de referencia para préstamo y consulta de parte de tutores y estudiantes.

IV.                Interacción del tutor con el estudiante
Es responsabilidad de todos los tutores presentar a sus estudiantes, en el primer encuentro con ellos, la siguiente información:

1)     El objetivo general y plan de trabajo de la asignatura, sesión por sesión (que debe ceñirse al plan de trabajo o Syllabus que el director del programa académico entrega, y que debe entregarse al estudiante). También se debe orientar sobre las fuentes bibliográficas y cibergráficas que apoyen al estudiante durante el desarrollo del bloque.

2)     La estructura de contenido a desarrollar, detallada capítulo por capítulo, y la forma como el docente presentará su material a través de un espacio virtual (un blog, Google Docs, la plataforma de Telecampus, videos, sistemas de mensajería, otras redes…)[1].

3)     Las actividades que deben atender los estudiantes, tanto de forma independiente como en los encuentros presenciales, de conformidad con la intensidad horaria definida según el número de créditos de la asignatura.

4)     La forma de interacción y comunicación entre el tutor y sus estudiantes cuando no hay sesiones presenciales.

5)     La manera como se realizará la evaluación[2], se calculan y promedian las notas y se concertan las reglas de juego en las sesiones presenciales, tales como:

o    Entrega de trabajo. Características y tiempos
o    Inasistencia del estudiante a las pruebas que demanden su presencialidad
o    Incumplimiento de compromisos de parte del estudiante
o    Normas de juego y disciplina de las sesiones presenciales

Toda esta información debe quedar validada entre el tutor y los estudiantes a través del Acta de Acuerdo Pedagógico, que deberá ser diligenciada y firmada por el tutor y todos los estudiantes asistentes al primer encuentro de la asignatura para cada bloque. Así mismo, se debe procurar, con el apoyo del coordinador del CUNAD, que uno de los estudiantes con matrícula debidamente legalizada actúe en calidad de representante de todos los estudiantes del grupo.

V.                  Responsabilidades del estudiante
El tutor debe ayudar a concientizar al estudiante de distancia, en los siguientes aspectos:

1)       Las sesiones presenciales (encuentros tutor-estudiante) de la metodología a distancia se realizan para resolver interrogantes, analizar casos puntuales y compartir ideas con el tutor y los compañeros, pero no son para explicar lo que está dado en el material de estudio trabajado de forma independiente y extra-clase.

2)       Él (el estudiante) es el responsable de su proceso de auto-estudio, en los horarios y condiciones que él estime convenientes

3)       El éxito de la formación a distancia está en la auto-disciplina del estudiante. Esto significa:

a.       Reservar y dedicar un tiempo fijo y periódico a la semana para su propio estudio, sin interrupciones

b.       Identificar compañeros del programa y asignaturas inscritas con los que les sea fácil interactuar para trabajar en equipo

c.        Consultar oportunamente a la coordinación del CUNAD y, por su intermedio, al profesor, todas las dudas de procedimiento o instrucciones académicas entregadas

d.       Asumir una disposición proactiva y efectiva de cultura tecnológica en Internet: Interactuar con una cuenta de correo electrónico, sistemas de mensajería instantánea, grupos, foros, blogs y chats.

e.         Leer el Reglamento del Estudiante y hacer valer sus deberes y derechos en la institución.

VI.                Desarrollo de los encuentros presenciales
Las asignaturas en la metodología a distancia en la CUN tienen los mismos contenidos e intensidad, en créditos académicos, que los planes de estudios de la metodología presencial.

Como Crédito Académico se denomina a cada unidad de 48 horas de trabajo que debe emplear el estudiante para cumplir los objetivos de la respectiva asignatura. Hay materias con 2, 3 y hasta 4 créditos; es decir, 96, 144 y 192 horas, respectivamente.

Lo que varía en la forma como se trabaja el crédito académico es la relación entre las horas de trabajo presencial y aquellas de trabajo independiente. Mientras que, por ejemplo, en una materia de un crédito en la metodología presencial, se trabajan 16 horas de clase presencial y 32 horas de trabajo independiente del estudiante (16 + 32: 48), en la metodología a distancia la relación que se emplea en la CUN, en la mayoría de sus asignaturas a distancia, es de 5 horas de tutoría presencial y 43 horas de trabajo de autoestudio de parte del estudiante (5 + 43: 48). En las materias de dos créditos, esta intensidad se duplica.

Según la cantidad de estudiantes inscritos en cada asignatura, puede variar el número de encuentros que el tutor tiene con ellos. En algunos casos puede haber, por ejemplo, muy pocos estudiantes, con lo que el tiempo de dedicación del tutor, por persona, tiene mayor profundidad en la interacción, de tal forma que la relación varía a 2 sesiones de tutoría presencial (de una hora cada una), por 46 horas de trabajo de autoestudio (2 + 46: 48).

Entre sábado y sábado el tutor libremente puede establecer contacto con los alumnos a través de diversas mediaciones tecnológicas (chat, foros, videoconferencias, correo electrónico…).


En las asignaturas en que se requieren cinco encuentros tutoriales presenciales, se deben seguir los siguientes lineamientos:

Actividades del primer encuentro presencial:

Este espacio debe aprovecharse para la presentación de estudiantes y tutor, con una dinámica participativa tipo Taller, en la que además el tutor verifique que los estudiantes conocen el modelo de la metodología a distancia, las normas reglamentarias y la estructura de los bloques de distancia para la asignatura específica.

En este momento es clave que el tutor verifique si hay algún estudiante que no tenga las habilidades informáticas mínimas y tome las precauciones del caso, en coordinación con el personal académico y administrativo del CUNAD, introduciendo actividades de nivelación si fueren necesarias. O pueden ser de asesoría personalizada para complementar algún aspecto sobre el uso del computador, navegación en Internet o manejo de alguna herramienta específica, el e-mail, blog o foro, por ejemplo.

El tutor procede enseguida a motivar a los estudiantes a conformar los denominados Círculos de Interacción y Participación Académica y Social (CIPAS), o grupos de trabajo de estudiantes que deben organizarse desde esta primera sesión académica con la asesoría y coordinación del tutor.

Finalmente, el tutor explica la estructura, utilidad e importancia del curso para lo cual los estudiantes deben tener a la mano el respectivo Syllabus. Utilizando una técnica de trabajo en equipo que recomendamos sea la Phillips 66[3], asegura que cada subgrupo estudie una sección diferente de la primera unidad del curso nombrando el respectivo coordinador que informará a la plenaria que se realiza a continuación, los temas tratados y las conclusiones a que llegó cada subgrupo. Así se logra que todos queden empapados de la temática que los demás abordaron. El tutor hace el cierre del taller inicial, no sin antes indicar la unidad que por su propia cuenta deben estudiar durante la siguiente semana, suministrándoles las referencias y guías correspondientes.
 
Actividades del segundo encuentro presencial:

Este constituye el momento oportuno para verificar que los estudiantes hayan realizado las actividades de autoestudio en forma individual y colaborativa, para lo cual el tutor deberá elegir un sistema evaluativo adecuado, tanto en el formato (examen oral, tipo test, exposición individual o grupal, tarea, etc.) como en su aplicación para las pruebas parciales. Procederá luego a complementar y ampliar el horizonte de aprendizaje alcanzado hasta ahora por los estudiantes y a aclarar las dudas que hayan surgido.

Entre la primera y segunda tutoría, los participantes habrán estudiado durante esa semana en forma individual en su módulo de autoestudio y habrán realizado las actividades de trabajo colaborativo con sus compañeros en forma directa o a través del chat o los foros de discusión. También se habrán esforzado por realizar las búsquedas en Internet o en el hipertexto de multimedia que les haya recomendado el tutor y habrán consultado en la biblioteca virtual o física del centro respectivo.

Siguiendo la dinámica del Phillips 66, coordinará las sesiones en torno a los temas estudiados, logrando así afianzar la conceptualización en torno a las dos primeras unidades. Puede incluso promover una profundización del estudio a través del análisis crítico, la discusión y el debate, también en subgrupos y sesión plenaria, en todos los casos orientada por el tutor.

Antes de culminar el taller, el tutor da las orientaciones e instrucciones acerca de la nueva unidad didáctica que por su propia cuenta deben estudiar durante la siguiente semana, así como las lecturas y actividades complementarias que deben realizar.

Actividades del tercer encuentro presencial:
Este encuentro permite mirar el camino recorrido y ubicar al estudiante en el sentido de responsabilidad que le compete, teniendo en cuenta su rendimiento académico y lo que le espera ya en la fase final del curso. Tomando en consideración la participación estudiantil en el encuentro anterior, puede aplicar en éste una evaluación formal para definir las notas de las pruebas parciales (cada una correspondiente al 30% de la nota final). Es importante que en este momento el tutor sea muy riguroso pero cordial y comprensivo, dando el refuerzo correspondiente para que de acuerdo con los resultados de la evaluación aplicada, el que vaya bien, siga adelante, el que vaya regular, procure mejorar y el que vaya mal, tenga la oportunidad de recuperarse a tiempo.

El tutor buscará las estrategias más apropiadas para que los estudiantes profundicen en el avance teórico-práctico del curso, complementando así el estudio individual en el material de autoestudio y el trabajo en los equipos de estudio colaborativo (CIPAS). Son claves en este sentido, la naturaleza de la disciplina y las competencias que se esperan alcanzar por parte del estudiante, para que el tutor oriente el trabajo según sea necesario profundizar más en la fundamentación teórica, análisis y discusión que en la experimentación o ejercitación práctica o en la valoración actitudinal.

El taller de esta sesión debe adecuarse a la profundización bien por la vía de la intensificación de ejercicios para el desarrollo de competencias básicas de tipo matemático, estadístico, informático o de idioma extranjero; de tipo experimental e instrumental en el laboratorio o en el taller de ensamble y mantenimiento; de tipo práctico mediante pasantías, prácticas empresariales, visitas guiadas, o excursiones didácticas, a manera de ejemplo.

Las funciones de guía, asesor y evaluador son estratégicas a esta altura del desarrollo del curso. El tutor debe anunciar a sus estudiantes la unidad o unidades que deben estudiar por su propia cuenta en esta fase culminante, suministrándoles también las referencias y guías correspondientes.

Actividades del cuarto encuentro presencial:
A medida que el curso avanza, es preciso registrar el nivel de compromiso de los estudiantes frente a las actividades individuales y grupales, así como los avances respectivos en el logro de las competencias.

La comunicación evaluativa que haya brindado el tutor con respecto al rendimiento académico de cada estudiante, es clave a esta altura del desarrollo del curso en el que debe estar definido ya un avance del 60% del total de la evaluación.

El manejo flexible de la metodología centrada en el taller se facilita para graduar el énfasis que según las necesidades de los grupos, considere el tutor más conveniente realizar: seguir profundizando en la aplicación práctica, explorar el desarrollo de actitudes y valores éticos o privilegiar la profundización teórica, la discusión, la innovación y creatividad. 

Actividades del quinto encuentro presencial:
Este último encuentro, se destina para verificar los logros del aprendizaje, refuerzo, complemento, afianzamiento de las habilidades de aplicación práctica, de los valores y actitudes pertinentes para proceder luego a la evaluación final del curso correspondiente a la actividad formativa o curso, previa evaluación grupal sobre el logro de los objetivos y forma de aprendizaje e


[1]              Usar estas herramientas es muy fácil, rápido, gratis y contribuye enormemente en beneficio de la comunicación y comprensión de los estudiantes. Por ejemplo: https://www.blogger.com/start, www.google.com (con su cuenta de @cun.edu.co, puede crear documentos compartidos con los estudiantes), http://www.youtube.com/, http://www.skype.com/...



[2]              La evaluación debe ser un proceso de reflexión y análisis. Se realiza dentro de los encuentros presenciales y por ello, debe ser novedosa y permitir al alumno recapitular y sintetizar los objetivos sustanciales de lo evaluado.

                No se puede acumular en una sola evaluación o en el último encuentro del curso, las tres evaluaciones que se deben reportar del alumno (dos parciales y un examen final). Cada una debe hacerse por separado y en un momento diferente, y sus porcentajes son los indicados en el Reglamento del Estudiante.
[3]          El Phillips 66 es una  técnica grupal educativa creada por J. Donald Phillips. Su función es motivar una discusión ordenada entre los participantes y posibilitar un intercambio de puntos de vista. Para su realización un grupo grande se subdivide a su vez en otros grupos formados por seis personas que, a su vez, tratan de dar una respuesta en común en seis minutos al tema propuesto inicialmente. Una vez cumplido el plazo, y con ayuda del dinamizador, se intenta hacer una puesta en común. Definición tomada de Wikipedia



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